Las intermitencias de la muerte

Jorge Gutierrez

6/10/20253 min leer

Reseña:

La muerte es el destino ineludible que le espera todo ser vivo; no es una opción vivir en su presencia, no importa el conflicto que nos cree, como todo acto que este por fuera de nuestro control, tarde o temprano nos espera, pacientemente… ¿pero qué tal si no fuera así? ¿Qué pasaría si un día, cansada de soportar el desprecio del ser humano y la monotonía de su labor decidiera parar? Esta pregunta es el marco sobre el cual Saramago nos convoca en su novela.

La historia podría dividirse en dos partes, la primera, la que se encarga de hablar sobre todos los elementos prácticos de lo que significaría la ausencia de la muerte; mas no del paso del tiempo, de la enfermedad y de la codicia humana. En esta parte nos enfrentamos a los “qué tal si” de un país que debe adaptarse al hecho de que la muerte ya no es más y en esta parte somos testigos de las luchas, el desespero y las soluciones para afrontar algo imposible.

La segunda parte podría decírsele el lugar para la muerte, en esta parte de la historia se nos habla sobre lo que hace la muerte cuando se enfrenta a la posibilidad de cambiar y de adentrarse a lo que permite al ser humano enfrentarse a ella.

Sobre el autor

José Saramago nació en la aldea portuguesa Azinhaga el 16 de noviembre de 1922. Era hijo de campesinos pobres. Pasó su infancia en el pueblo de Azinhaga, la familia se trasladó un tiempo a Argentina, y después se afincaron en Lisboa.

Publicó su primera novela, Tierra de pecado, en 1947. Aunque con esta obra recibió muy buenas críticas Saramago decidió permanecer sin publicar más de veinte años. Periodista y miembro del Partido Comunista Portugués sufrió censura y persecución durante los años de la dictadura de Salazar. Se sumó a la llamada Revolución de los Claveles que llevó la democracia a Portugal, en el año 1974.

Escéptico e intelectual mantuvo una postura ética y estética por encima de partidismos políticos, y comprometido con el género humano. Una controvertida visión de la historia y de la cultura son el punto crucial de sus obras.

Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1998, siendo el primer escritor portugués en conseguirlo. Ha sido distinguido por su labor con numerosos galardones y doctorados honoris causa (por las Universidades de Turín, Sevilla, Manchester, Castilla-La Mancha y Brasilia). Ha recibido el Premio Camoes, equivalente al Premio Cervantes en los países de lengua portuguesa.

Su obra está considerada por los críticos de todo el mundo como una de las más importantes de la literatura contemporánea.

Pasó sus últimos años en su casa de la isla española de Lanzarote (Canarias), al lado de su compañera, Pilar del Río.

Alzado del suelo (1980) fue la novela que le reveló como el gran novelista maduro y renovador portugués. Se trata de una novela histórica, situada en el Alentejo entre 1910 y 1979, con un lenguaje campesino, una estructura sólida y documentada y un estilo humorístico y sarcástico que llamó enormemente la atención en su momento. Siguieron obras de gran interés como Memorial del convento (1982), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984), La balsa de piedra (1986), Historia del cerco de Lisboa (1989), El evangelio según Jesucristo (1991) y Ensayo sobre la ceguera (1995), obra en la que el autor desde planteamientos éticos advierte sobre "la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron". Murió el 18 de junio del 2010.